domingo, 28 de septiembre de 2014

¿ESTAMOS DISPUESTOS A TOMAR NUESTRA CRUZ? ...

... entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, 
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame ... (Mateo 16, 24)

Cuando el sufrimiento llama a nuestra puerta, la reacción primaria es la de ser condescendiente con uno mismo ... ¿Porqué a mi? ¿Porqué, si yo soy bueno? ¿Porqué no a otro? ... tantas preguntas retóricas que nuestras cabeza amontona sin control, que de pronto te saturan y caes en decadencia ... pasando de las preguntas a arrastrar tu pena frente al mundo, pues piensas que propagando tu miseria y haciendola extensible a tus allegados ... se aplacarán tus miedos. Error ... infinito error.

El sufrimiento es algo a lo que el Padre nos lleva, para acercarnos más a el ... aunque nuestro limitado conocimiento nos lleva (por lo general) a renegar de el y a alejarnos de su amparo, precisamente por la condescendencia a la que antes me refería ... ¿Porqué a mi? ...

El Cristiano es aquel que no tiene reparos en mostrarse con humildad ante el mundo, aquel que no reniega de sus miserias y por lo tanto, aquel que no las esconde ... el Cristiano, que verdaderamente sigue a Cristo, debe de vivir como el maestro. Ser Cristiano no es algo que uno mismo decide ... el Cristiano es llamado por el Padre a seguirle ... y seguirle significa imitarle en sus actos, tomar ejemplo de él y aplicarlo a su propia vida y realidad.

Con el sufrimiento personal tenemos una oportunidad perfecta para seguir los pasos de Jesús ... de asumir nuestro plan de salvación, el plan que el buen Dios ha creado de forma exclusiva para nosotros. Si el sufrimiento no estuviera ligado al ser humano ... si las persona no vivieran contrariedades en su día a día, si no necesitáramos del amparo de nuestro Señor ... nuestra vida si sería un verdadero tormento. Por eso hermano ... toma tu cruz, haz al mundo partícipe de ella y sigue a tu Señor, solo él puede hacer de ese peso una carga ligera ...